La influenza, también conocida como gripe, es una infección respiratoria viral que puede causar desde síntomas leves hasta complicaciones graves. Conoce los diferentes tipos, síntomas, cómo se propaga, mitos y realidades y tratamientos.
Síntomas
Identificar la influenza a tiempo es crucial. Aprende a reconocer los signos y descubre cómo se diagnostica la enfermedad.
Fiebre: Elevación de la temperatura corporal, a menudo uno de los primeros signos de la influenza.
Dolor de Garganta: Irritación o dolor en la garganta, que puede variar en intensidad.
Congestión Nasal: Obstrucción de las vías nasales, dificultando la respiración normal.
Dolores Musculares: Malestar generalizado en los músculos, especialmente en la espalda y las extremidades.
Fatiga: Sensación de agotamiento extremo, afectando la energía y la capacidad para realizar actividades cotidianas.
Tos Persistente: Tos seca o productiva, a menudo acompañada de irritación en la garganta.
Dolor de Cabeza: Malestar o dolor en la cabeza, a veces acompañado de sensibilidad a la luz.
Escalofríos: Sensación de frío y temblores, a menudo asociada con fiebre.
Náuseas o Vómitos: Algunas personas pueden experimentar problemas gastrointestinales durante la influenza.
Dificultad para Respirar: Puede variar desde una ligera incomodidad hasta dificultades respiratorias significativas, especialmente en casos graves.
Mitos y Realidades
Desmontamos algunos mitos comunes sobre la influenza. Separar la verdad de la ficción es esencial para una comprensión precisa y una prevención efectiva.
Mito 1: "La vacuna contra la influenza puede darme la gripe". Realidad: La vacuna contra la influenza está compuesta por virus inactivos y no puede causar la enfermedad. Puede haber efectos secundarios leves, pero estos son temporales y no comparables a contraer la gripe.
Mito 2: "Sólo las personas mayores se ven afectadas por la influenza". Realidad: Si bien las personas mayores son más vulnerables, la influenza puede afectar a personas de todas las edades. Los niños, adultos jóvenes y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados también corren riesgo.
Mito 3: "La influenza no es grave, es solo un resfriado fuerte". Realidad: La influenza puede tener consecuencias graves, incluyendo hospitalización y, en casos extremos, la muerte. No debe subestimarse su impacto, especialmente en grupos de riesgo.
Mito 4: "Si ya tuve la influenza este año, no puedo volver a contraerla". Realidad: Los virus de la influenza cambian constantemente, y es posible contraer la enfermedad más de una vez en la misma temporada. La vacunación anual es clave para abordar las variaciones virales.
Mito 5: "Los antibióticos son efectivos para tratar la influenza". Realidad: La influenza es causada por un virus, no por bacterias, por lo que los antibióticos no son efectivos para tratarla. Se utilizan antivirales específicos para manejar la infección.
Mito 6: "La influenza es solo un problema de invierno". Realidad: Aunque es más común en invierno, la influenza puede ocurrir en cualquier momento del año. La vigilancia y la prevención deben mantenerse durante todas las estaciones.
Tipos de Influenza
Existen tres tipos principales de virus de la influenza: A, B y C. Cada tipo tiene características distintivas y afecta de manera diferente a los seres humanos. Es importante destacar que la influenza A y B son los tipos más preocupantes en términos de salud pública, ya que son responsables de la mayoría de las infecciones estacionales y de las pandemias de gripe más graves. La vacuna contra la influenza está diseñada para proteger contra los subtipos más relevantes de influenza A y B que se esperan en una temporada específica.
Influenza A Este tipo de influenza es el más común y puede infectar tanto a humanos como a animales, como aves y cerdos. Se subdivide en subtipos basados en dos proteínas en la superficie del virus: hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N). Los subtipos de influenza A son responsables de las pandemias de gripe y de las epidemias estacionales.
Influenza B Este tipo afecta principalmente a los humanos y no se divide en subtipos como la influenza A. Aunque puede causar epidemias estacionales, generalmente es menos propensa a generar pandemias que la influenza A.
Influenza C Es el tipo menos común y generalmente causa enfermedades respiratorias más leves. La influenza C no se asocia comúnmente con epidemias significativas y no se clasifica en subtipos.
Prevención a Través de la Vacunación
La vacunación anual se ha convertido en un pilar fundamental en la lucha contra la influenza. Desglosemos cómo funcionan las vacunas, por qué se necesitan actualizaciones periódicas y cómo contribuyen a la inmunidad colectiva.
Por ello, te invitamos a que prevengas la enfermedad y sus molestos síntomas. Ven a nuestra sede Centro de Excelencia en Rehabilitación y Medicina del Trabajo en la carrera 45 #94-83, barrio la Castellana, de lunes a viernes de 8:00 a.m a 5:00 p.m y vacúnate contra la Influenza, te ofrecemos una vacuna NO POS que te protegerá contra 4 cepas de influenza. También vamos a tu domicilio.
